Ángela Merkel se ha erigido en directora de una orquesta, la de los países de la CEE, obligándola a tocar siempre la misma melodía: “el apoyo del euro a cualquier coste”. Es probablemente su sueño de una Europa “fuerte” liderada por los más “fuertes”: una Europa formada por súbditos y no por ciudadanos, una dictadura disfrazada de democracia.
La democracia no es un valor mental, sino del corazón, que siempre reconoce a todas las personas como iguales en valor. No se puede ser un auténtico demócrata sin amar a las personas, justamente de ese amor nace el respeto a la libertad de cada uno. Poner al euro por delante del ser humano no es más que encerrarse en la cárcel de las propias creencias políticas. Mi crítica a la “Dama del Euro” no lo es a su persona, pues como auténtico demócrata he de amarla y respetarla, sino al personaje que encarcela al ser humano que, sin duda, vive en ella.
Nuestras creencias limitantes nos han hecho crear personajes limitantes; los de Ángela y los de todos los que aceptan su batuta no hacen más que revelar este hecho. Por fortuna hay personajes que han sido creados fuera de las cajas de los pensamientos dominantes, y que nos invitan a participar del mundo como ciudadanos soberanos y no como súbditos de un sistema que ahora se declara él mismo en crisis, pero que realmente siempre lo ha estado, sino ¿cómo explicar que no se haya terminado con el hambre y las guerras en el mundo...? Os voy a dejar con uno de estos personajes, que no sólo da claridad a nuestra mente, revelándonos múltiples engaños, sino que además demuestra con su labor diaria y ejemplo su amor a la humanidad, a ello podemos sumar su carácter afable y próximo, su nombre es Arcadi Oliveras ¡Qué lo disfrutéis!
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