SOMOS MUCHOS, PERO SOMOS SOLO UNA HUMANIDAD

 

   La humanidad no necesita ni de patrias ni de banderas, tan solo ser reconocida en su belleza y en sus potenciales. El humanismo o es válido para toda la humanidad o no es humanismo. Ver en el necesitado sus necesidades es el primer paso, pero no hay que olvidar que sus necesidades no se acabarán hasta que sepamos reconocer en él su grandeza como ser único, su calidad de pieza insustituible en el puzle de la creación de una humanidad auténticamente humana, que es capaz de por fin expresar su plena belleza y creatividad y dedicar ambas a la construcción de un nuevo mundo: somos muchos, pero somos solo una humanidad.


La humanidad ha de acogerse a sí misma y descubrir los bellos futuros que le esperan. La fe en la humanidad ha de ser más grande que sus dramas y sus divisiones, precisamente por eso ha de ser un valor educativo esencial: que nadie salga de la escuela sin creer en la humanidad.


CÓMO ABRIR EL REGALO DE LA IGNORANCIA DE LOS DEMÁS


  La ignorancia de los demás es también una oportunidad de crecimiento para nuestra propia sabiduría. Relacionarnos con lo que ya hemos superado nos ayuda a ver a las personas más allá del punto evolutivo en el que se encuentren, a reconocerlas por lo que son más que por lo que creen y a detectar en nosotros prejuicios ocultos. 



   El regalo de la ignorancia de los demás solo se puede abrir desde la inocencia de verlos más allá de lo que esperamos de ellos, más allá de lo que en el momento estén experimentando para su propia evolución; si así lo hacemos cada "ignorante" será luz para nuestro propio crecimiento. En el fondo, el regalo más importante que nos otorga la sabiduría es aprender a disfrutar de todos y de todo, pudiendo así estar agradecidos a todos y a todo.



LA SOCIEDAD DEL BIEN SER, UN FUTURO QUE HEMOS DE EMPEZAR A CONSTRUIR

 

    La sociedad del bien estar no garantiza acabar con los suicidios de algunos de sus ciudadanos, la sociedad del bien ser, que ha de suceder a la primera, sí ha de hacerlo, y lo hará gracias a una nueva alfabetización que eduque despertando el sentido de la felicidad en sus ciudadanos: nadie renuncia a la vida cuando posee lo mínimo necesario para su supervivencia y además ha aprendido a vivir desde su sentido de la felicidad.

Hemos de empezar a construir ya el estado del bien ser para que las próximas generaciones, a hombros del estado del bien estar, puedan por fin soltar al aire la cometa multicolor de su sentido de la felicidad, que se elevará por encima de los dramas del pasado como testimonio de que la humanidad evoluciona.



LA UTOPÍA ES EL PRIMER PASO: HACIA LA MEDICINA DEL FUTURO

 

    En un futuro muy lejano todas las enfermedades se curarán por efecto placebo, es decir: con el poder de nuestra mente y de nuestros sentimientos. Es curioso que hoy en día se vea el efecto placebo como un engaño al cuerpo, como algo no deseable en la experimentación de nuevos medicamentos químicos, en vez de verlo como el gran poder sanador del ser humano, que está esperando para hacerse realidad a que nuestro crecimiento personal y social nos empodere, hasta el punto de ser los dueños de nuestra salud. El reto está lanzado, ahora le toca a la ciencia ficción empezar a hacer imaginable lo que hasta ahora era inimaginable: la utopía es siempre el primer paso.


En la  medicina del futuro el paciente empezará a ser su propio médico y solo ocasionalmente recurrirá a una medicina social, que llegará, con una gran tecnología, a donde el individuo no pueda.





LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN ES SOLO UN PRIMER PASO

   

  Ejercer la libertad de expresión en un país democrático es fácil, lo difícil es ejercer la libertad de pensamiento, pues ésta requiere de todo un trabajo interior y del desarrollo de un espíritu crítico que vaya más allá de nuestra propia ideología. Si la educación no asume preparar al ciudadano en esta dirección, seguiremos teniendo libertad de expresión y a la vez pobreza de ideas.

   Para que una democracia madure no basta con la libertad de expresión, pues ¿de qué sirve expresar libremente ideas que nos enfrenten, nos dividan y eviten que podamos sumar lo mejor de cada uno, sea cual sea su ideología...? La libertad de expresión es solo un paso imprescindible para poder llegar a la libertad de pensamiento, esta última ha de ser una conquista de nuestra educación, empecemos desde ahora a ponerla en su horizonte, a contemplarla como algo necesario para que nuestros hijos puedan por fin vivir en una sociedad auténticamente democrática.


El mero hecho de expresar libremente nuestras ideas no las convierte en un bien social, la historia nos lo recuerda de forma clara:  algunas democracias cayeron en el fascismo debido a un uso incorrecto de la libertad de expresión por determinadas ideologías, que la emplearon para imponerse sobre cualquiera que discrepara de sus principios. Es muy fácil prostituir la libertad de expresión, por eso es necesario protegerla con una auténtica libertad de pensamiento, que esté al servicio del bien común y también del individual, más allá de oscuros intereses y atrevidas ignorancias.


¡CONVIRTÁMONOS EN EL MAGO MERLÍN DE LAS PALABRAS!


   Una palabra es mucho más que el significado que aparece en los diccionarios, una palabra es un potencial de posibilidades que empieza a desgranarse cuando se une a otras palabras. Es un auténtico acto mágico que un determinado orden en un conjunto de palabras pueda dar lugar a una obra que cambie nuestra perspectiva sobre la vida: ¿qué secreto esconden las palabras que les otorga el poder de influir tanto sobre nosotros ...?

   Las obras literarias permiten disfrutar de la presencia virtual de su autor a millones de personas durante un tiempo indefinido, son embajadoras inmortales de mensajes, de mensajes que pueden recrearse una y otra vez dando lugar así a nuevos mensajes, a nuevos retos vitales. Esta magia que convierte a los seres humanos en inmortales, encarnándoles en las palabras, es algo que no suele estar presente en nuestras escuelas, y que está reservada solo a unos pocos lectores de corazón, que ven en los libros universos en los que adentrarse y en los que vivir mil y una aventuras. Tal vez los lectores que vivimos esta magia deberíamos de dar charlas en las escuelas, ser embajadores de la magia de las palabras. Alguno pensaréis que para eso ya están los profesores de lengua y literatura, pero saber de letras no siempre va acompañado de vivir su magia y saber despertarla en los demás.

   Queridos amantes de la magia de las letras, os invito a difundir vuestro sentir en las redes, por escrito y oralmente. Las redes están llenas de palabras, pero generalmente ocultan su magia y muchas veces la devalúan con escritos mezquinos, mezquinos en cuanto al potencial inmenso que poseen las palabras. Resolvamos este déficit de sentir profundo, animémonos, cojamos la varita mágica de nuestro amor al misterio de las letras y ...¡convirtámonos en el Mago Merlín de las palabras! 




LAS PALABRAS DAN ALAS A NUESTRA CONDICIÓN HUMANA


     ¡Revélate!, siembra en tus palabras tu esencia para que pueda florecer y fructificar en el mundo. Las palabras pueden ser como un segundo cuerpo con el que movernos, con el que relacionarnos con los demás y con la vida, con el que hacer el amor. 

 Nuestras palabras comunican nuestro mundo interior con el exterior, librándonos de la prisión de la soledad, y convirtiéndose así en palomas mensajeras que pueden retornar con contestaciones que nos enriquezcan, que nos traigan nuevas semillas que plantar en nuestros jardines interiores. Las palabras nos liberan de la soledad de no saber quiénes somos y qué hacemos aquí, las palabras pueden convertirse en amigas incondicionales, las palabras dan alas a nuestra condición humana.


Nuestras palabras y también las de los demás pueden abrazarnos cuando más la necesitamos. Las palabras además pueden llegar a donde nuestros brazos y manos no alcanzan, pues al ser inmateriales su sutileza queda libre de los recintos y de la distancia 





EL PORQUÉ DE LA ACTUAL ABUNDANCIA DE LÍDERES RETRÓGRADOS


    Si realmente queremos cambiar el mundo a mejor no podemos hacerlo odiando a los humanos que representan la parte más retrógrada de la humanidad. No se puede crear un futuro de mayor concordia y progreso humano echando fuera de él a las personas que desean quedar atadas al pasado. 

    Los rebrotes de ideologías y posturas políticas que pensábamos ya superadas, que se han producido y se están produciendo en el mundo, no tienen lugar para frenar el progreso humano, sino para liberarnos de un pasado que la humanidad ha de dejar atrás; si ese pasado no se hiciese visible continuaría todavía en el inconsciente colectivo, suponiendo así un peligro constante para todos. 

    Hacer consciente mediante líderes retrógrados las pesadillas del pasado es la mejor manera para liberarnos definitivamente de ellas, liberando así también a sus seguidores, que han sucumbido ante el poder manipulador de los que creen son sus salvadores. Limpiando estas pesadillas de nuestro inconsciente podremos por fin dejar el camino libre a las siguientes generaciones, para que puedan hacer realidad el sueño de una humanidad a la altura de sus potenciales más bellos.


El pasado pendiente ha de expresarse para poder ser resuelto, y para ello necesita de líderes que aglutinen a las personas que han de encarnar ese pasado. Cuando ese pasado vivía en su presente no poseía la humanidad el suficiente contraste para no caer en la manipulación de sus líderes populistas, ahora sí tenemos el contraste suficiente: el claro contraste entre opciones es imprescindible para poder elegir con auténtica libertad.






LA LITERATURA REVELA NUESTRO PARENTESCO DE HERMANOS

     

     La magia de la literatura permite establecer una relación íntima entre dos personas que no se conocen en absoluto: el escritor y el lector. Este hecho sorprendente, que logra realizar la palabra escrita desde la intimidad del corazón, es una muestra inequívoca de que en el fondo siempre hay algo íntimo que nos une a todos los seres humanos y que la literatura nos revela; conviene recordar esto cuando nuestra tendencia a dividirnos por clanes y enfrentarnos esté dominando nuestros pensamientos y emociones.

     La literatura, la buena literatura, no consiste pues solo en contar historias, ha de ser también la memoria que nos recuerde que entre tantas y variadas historias siempre hay un denominador común: el misterio que encierra nuestra existencia como seres humanos y que nos convierte a todos en hermanos, pues todos somos de alguna manera hijos de ese mismo misterio.


La literatura nos muestra que el encuentro íntimo entre humanos es siempre posible, la auténtica literatura nos une más allá de todo lo que nos separa.
 



LA LUZ Y EL PODER DE LA FE EN NOSOTROS MISMOS


    Cuando todo nos parece perdido, cuando sentimos nuestra desnudez y nuestro desamparo en lo más profundo de nuestro ser, es cuando podemos reconocer el gran poder que poseemos para afrontar cualquier desventura: nuestra fe, nuestra fe en nosotros mismos, una fe que emana desde el misterio que nos ha llevado a encarnarnos, una fe capaz de alumbrar aun en las más densas nieblas de los más duros dramas, una fe que no nos dice quienes somos, pero que sí nos muestra el poder de nuestra naturaleza esencial.


La fe en nosotros mismos nos eleva por encima de las nieblas de nuestras creencias limitantes, permitiéndonos alcanzar perspectivas que logran llegar a la altura de nuestros sueños más atrevidos.



ATRÉVETE: ¡QUITA EL ENVOLTORIO A LOS REGALOS DE LOS REYES MAGOS!

   

    Lo que los Reyes Magos traen no son regalos físicos, estos son solo el envoltorio, lo que realmente traen es alegría inocente, que brota en los niños para que estos alimenten de este néctar tan necesario a los adultos, que sufren una hambruna constante de este alimento esencial. Quien comprende esto no tiene más que buscar a su niño interior y beber de su alegría inocente para convertirse en una auténtico Rey Mago, ya no importará el estado de su cartera, pues no confundirá el envoltorio con el auténtico regalo, un regalo maravilloso lo es más allá de cómo esté envuelto, incluso si no está envuelto.


La alegría inocente permanece en nuestro niño interior esperando ser liberada por arquetipos de nuestra conciencia como el de los Reyes Magos.




EL INDOMABLE SE REVELA EN LUGAR DE REBELARSE

  

     El indomable se rebela frente a su propia rebeldía, frente a sus deseos de doblegar al contrario, y se torna él mismo indoblegable frente a sus propios estados de necesidad emocionales y mentales, no renunciando con ello a deshacer las injusticias y a mejorar el mundo, si bien lo hace sin necesidad de tener enemigos  ni contrarios, pues sabe que en el fondo todos estamos en el mismo equipo: el indomable se revela en lugar de rebelarse.


El indomable pone en pie su mente para conseguir mayor perspectiva sobre lo que anhela cambiar, para poder así ver lo que la mera rebeldía no alcanza a vislumbrar, por estar demasiado pegada al suelo de la autoafirmación.